Dios y Cristo sabían desde el principio en cuanto a la apostasía de Satanás y a la caída de Adán por el poder engañador del apostata. El propósito del plan de salvación era redimir a la raza caída, darle otra oportunidad. Cristo fue designado como mediador desde la creación de dios, designado desde la eternidad para ser nuestro sustituto y garantía.
Conocidas son antes Dios todas sus obras, y el pacto de la gracia existió en la mente de dios desde las edades eternas. Es llamado el pacto eterno, porque el plan de salvación no fue concebido después de la caída del hombre sino “que han mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado hasta ahora. y que por las escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan la fe. El plan de nuestra redención no fue una reflexión ulterior, formulada después de la caída de Adán. Fue una revelación. Dios no ordeno que el pecado existiese, sino que previo su existencia, e hizo provisión para hacerle frente a la terrible emergencia.
Conocidas son antes Dios todas sus obras, y el pacto de la gracia existió en la mente de dios desde las edades eternas. Es llamado el pacto eterno, porque el plan de salvación no fue concebido después de la caída del hombre sino “que han mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado hasta ahora. y que por las escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan la fe. El plan de nuestra redención no fue una reflexión ulterior, formulada después de la caída de Adán. Fue una revelación. Dios no ordeno que el pecado existiese, sino que previo su existencia, e hizo provisión para hacerle frente a la terrible emergencia.
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